Corta la baraja

978-84-15058-37-3
12,00€
Año de Edición: 2018
Traducción: Pablo Basterrechea
Producción Gráfica: ilustraciones y fotografías: Original Hanne
Diseño: Pep Carrió - Antonio Fernández
52 págs. a dos colores
Encuadernación: rústica
Formato: 21cmx17cm

Edición limitada, 1940

«Confía en Dios, jovencito,
pero corta siempre la baraja».
Antiguo proverbio irlandés

La cartomagia tiene con Martin Gardner una deuda muy superior de lo que la mayoría de los magos son conscientes. En Corta la baraja encontrarás diecisiete efectos originales y tremendamente prácticos; algunos con una construcción exquisita, y muchos con técnicas e ideas muy valiosas. 
Juegos que han pasado a formar parte de los repertorios habituales de los cartomagos, aunque otros yacen todavía escondidos y merecen ser redescubiertos.
Jim Steinmeyer
Como un guante

El Comodín infalible

Doble desaparición y reaparición

Adivinando la carta de corte

Usa la cabeza

El tahúr sorprendido

El clip clandestino

Desaparición y deletreo

La baraja que atraviesa el pañuelo

El decodificador

Un nuevo corte falso

Tal vez sea un milagro

Caras contra caras

La carta en la pared

Para el tipo del uniforme

Una desaparición curiosa

Rayos x en el tacto
El arte de la magia ha crecido enormemente desde principios del siglo XX; lo que era una desordenada colección de métodos y efectos ha pasado a ser una materia amplia e inabordable.
Este extraordinario desarrollo se ha visto reflejado en los diferentes intentos de sistematizar los conocimientos del ilusionismo mediante la publicación de textos especializados en pequeñas ramas de la magia. Así, existen enciclopedias de magia con cigarrillos o de trucos con cuerdas; o libros que se centran en temas tan específicos como las cajas japonesas, la magia con cerillas o el juego de la bolita y las tres nueces.
La cartomagia, en particular, ha evolucionado tanto desde los días de Roterberg y Erdnase que poco a poco se ha ido subdividiendo en categorías para las que se han publicado (y se siguen publicando) tratados concretos. Un ejemplo reciente es el trabajo de Hugard y Braue sobre la baraja biselada.
En mi opinión, esta tendencia a la sistematización es sólo un pequeño atisbo de lo que está por llegar. Tal como yo lo veo, el futuro tendrá algún día la forma de una gigantesca enciclopedia cartomágica, al lado de la cual los trabajos antes mencionados no son más que simples anticipos.
Estará escrita con algún tipo de abreviaturas, para ahorrar espacio: MI designará la «mano izquierda», MH será la abreviatura de la «mezcla hindú», el «doble volteo» será DV, y así con todo lo demás. Un breve párrafo bastará para recoger la estructura básica de cada efecto.
Miles de técnicas, principios y efectos serán descritos, clasificados e indexados en este gigantesco trabajo. Cada año se publicarán anexos y actualizaciones, y de vez en cuando se revisará y reeditará el conjunto.
Si no se hace pronto algo de ese estilo, la literatura cartomágica será cada vez más caótica y redundante. Los trucos se irán olvidando y reinventando de forma cíclica, o quedarán sepultados para siempre en un rincón de una revista antigua, o de un librito perdido en el tiempo.
Mientras tanto, hasta que la Gran Enciclopedia Cartomágica sea un hecho, los nuevos efectos de magia con cartas siguen apareciendo. Y, de momento, siguen obligados a recorrer los curiosos y mágicos caminos de la magia underground, hasta que finalmente alcanzan las páginas de una revista o de un sencillo librito como el que tienes en tus manos.
Y esta es una de las razones por las que escribí ¡Corta la baraja!
Fraternalmente,

Martin Gardner
Chicago, 1942
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Palabras clave
BarajaCartomagiaMartin Gardner
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