5. Rubinstein Magia con monedas
Por fin una buena noticia
Las buenas noticias son escasas como las vocales en un
apellido sueco y por eso hay que saludarlas descorchando champán. Venga, id sacando las copas.
La llegada de este libro es una grandísima noticia para
los amantes de la numismagia. Es uno de esos libros inagotables, que uno visita
y revisita a la largo de la vida y siempre descubre algo nuevo, uno de esos
trabajos que son siempre distintos, cada vez mejores. Uno de esos libros que
parece que se reescriben cuando el lector no mira. Obras inagotables, como el
queso gallego cremoso que lo cortas y al día siguiente vuelve a estar entero,
como el kéfir o como las estrellas de mar. Fresco e inagotable, así es este
libro.
A la vez es un libro muy personal y es un libro clásico.
Es un clásico porque recoge la forma de entender la numismagia de toda una
generación, pero a la vez es un libro tremendamente de autor: con manejos
originales, creaciones personalísimas y rutinas propias.
Uno de los grandes valores de este Magia con monedas
radica en la forma de entender la importancia del efecto dentro de una rutina.
Los conceptos de construcción, estructura y rutina están en cada una de sus
páginas. Es una buena noticia porque esos conceptos, ahora mismo, están un
poquito amenazados por la llegada de soportes que promueven el efecto
inmediato, sin misterio y sin narrativa de ningún tipo. Ante el torrencial
aluvión de efectos que van de ninguna parte a ningún sitio, es necesario un
libro como el del Dr. Rubinstein, en el que podemos estudiar estructuras
sólidas, justificadas y bien construidas. Al final, ese es el material que
necesitas cuando estás en una mesa, rodeado de gente que quiere ver magia. Al
final, esa es la magia que uno puede hacer delante de las personas.
Mucha
estructura, sí, pero también aprenderás manejos locos: transformaciones,
cambios de color, desapariciones… Así que hay material para todos: para los
esprínters de la magia y también para los amantes del efecto inmediato.
En
pocas palabras, este libro es una buena noticia y llega cuando más falta hace.
Las
buenas noticias son escasas como los eructos afinados en si bemol. Sin embargo,
las malas noticias abundan como el ruido en un comedor de escuela.
Las
malas noticias son gratis y las buenas siempre son fruto del trabajo de
alguien. Por eso las noticias tristes abundan más. Sin hacer nada, estos años,
los amantes de la numismagia nos hemos ido quedando huérfanos. Hemos perdido al
maestro de maestros, al hombre que revolucionó la magia con monedas: David
Roth. También hemos perdido a Geoff Latta, que construía las rutinas y
estructuraba cada técnica mejor que nadie; a Dean Dill, ingeniosísimo e
impredecible; a Todd Lassen, en mi opinión, el mejor fabricante de monedas que
ha habido y, con especial pena, apunto el nombre de nuestro genio patrio: el
gran Joaquín Navajas. Cuánto los echamos de menos.
Por
eso era necesaria una buena noticia del tamaño de este libro. Porque escasean,
porque las necesitamos para seguir. Por ese motivo hay que saludar a cada
noticia luminosa como a un día soleado: descorchando champán. Venga, id sacando
las copas.
Luis Piedrahita