Maty Maga Psiquelady, mentalista
Matilde Gálvez es profesora, formadora de experiencias y docente de
formación sobre comunicación, crecimiento personal y creatividad mediante
técnicas psicológicas, espeleóloga, madre de familia… y además de todo esto,
es Maty Maga Psiquelady, mentalista capaz de sintonizar tu frecuencia
mental y leer tus pensamientos. Lleva veinticuatro años haciendo magia. «No
me he dedicado al 100% a la magia, ha sido un complemento a mi trabajo. Pero la
magia siempre me ha acompañado. Con 6 años ya tenía mi primera caja de Magia
Borrás».
− Combinas la magia con el trabajo,
¿qué hay de magia en cada cosa que haces?
Soy maestra y trabajo en
proyectos pedagógicos para una empresa gastronómica y tiempo libre. Realizo formación de magia educativa
para docentes para la implementación en el aula; colaboro en cursos de magia para adultos con la
tienda Mágicus; creo formaciones de comunicación y neuromagia para profanos (no
magos) con técnicas de PNL (programación neurolingüística) y actúo con mi show
unipersonal de mentalismo «Mentalismo a
la carta» y Magia infantil «El mundo de Maty Poppins» en teatros, ludotecas,
festivales y otros eventos.
− ¿Qué tiene la magia que ha
conseguido atraparte?
Me considero una persona introvertida
y la magia me ha dado seguridad en mi niñez. Me ha ayudado a tener disciplina y,
gracias a ella, he podido desarrollar mi personalidad dentro y fuera del
escenario. La magia se ha ido acomodando en mí de forma muy orgánica, siempre
ha estado presente directa o indirectamente.
− ¿Cómo te gusta que te
conozca la gente? ¿Cómo maga? ¿Cómo ilusionista?
Maga o ilusionista para mí son
sinónimos. Aun así, hoy en día, la palabra ilusionista da respuesta a todos los
géneros y da el mismo valor evitando estereotipos y creando un lenguaje más
inclusivo que se debe de tener en cuenta.
− ¿Cómo se te ocurrió tu
nombre artístico?
En la magia hay diversas
categorías: cartomagia, magia general, magia de cerca… y la de mentalismo siempre
me ha fascinado por la vertiente más psicológica, la distorsión de la realidad,
lectura mental y mecanismos neuronales automáticos. Buscaba un nombre que
quedara sofisticado, así que «mujer mental»
quedaba extraño y decidí traducirlo al inglés
que quedaba más glamuroso, ji ji.
− ¿Entonces, tu fuerte mágico es?
Hago mentalismo con predicciones,
telepatía, lectura de pensamiento. Aunque actualmente he descubierto la magia
teatral, basada en un personaje icónico como es Mary Poppins, en el que combino
magia musical con magia hablada y participativa. Todavía no he descubierto mi
fuerte mágico, lo más bonito de este arte es ir descubriendo todo lo que puedes
ir aportando de la magia, sin dejar de soñar.
− ¿Quién ha sido tu referente?
¿Una mujer? ¿Un hombre?
Mis referentes siempre han sido
masculinos. En televisión podía ver al Magic Andreu, y Anthony Blake siempre ha
sido mi referente en mentalismo. Tengo la suerte de tener a mi pareja que me
dirige y me asesora en mis rutinas de
magia. Enric Magoo −mago profesional que ha dedicado más de cuarenta años en
este arte, director del festival internacional li Chang, y juez nacional de
congresos mágicos− me ayuda a crecer como artista y como persona.
− ¿Te sentiste apoyada por tu
entorno cuando decidiste convertirte en maga? ¿Es importante sentirse arropada?
En mi caso empecé a trabajar
haciendo magia de forma casual. En mi anterior empresa necesitaban a un mago
profesional para los fines de semana y
fiestas de aniversario. No tenían a ninguno en cartera y decidí cubrir el
puesto vacante, haciendo horas extras. A partir de ahí, volví a
incorporarme a la magia.
− ¿Crees que la magia sigue
siendo un mundo de hombres?
Sí, todavía queda mucho por hacer. Aunque cada vez los festivales buscan incorporar mujeres en sus programaciones
somos pocas las que intentamos darnos visibilidad presentando nuestros números
a congresos de magia para darnos una oportunidad y subir la categoría de este
arte con algún premio que nos avale profesionalmente. Cada año, en los concursos de los congresos y
festivales de magia en España, se presentan una media de 1% de mujeres, una
participación muy pequeña para darnos a conocer.
− ¿Por qué crees que hay menos
mujeres?
Por mi parte, compatibilizar la
vida familiar con un niño pequeño, con mi trabajo de dirección, los viajes, los
ensayos… se hace difícil mantener una visibilidad en el arte del mundo mágico si
no es cerca de tu casa.
− ¿En alguna ocasión has sentido rechazo por ser mujer? ¿Por
compañeros de profesión? ¿Por el público?
Es difícil abrirse camino con la
Magia seas del género que seas, ya que debes buscar las herramientas para sacar
tus mejores cualidades delante del escenario, dedicar tiempo y dinero a seguir
creciendo y no todos tienen las mismas oportunidades de crecer.
Es cierto que al principio la
gente se extrañaba cuando solicitaba un mago y venía una mujer haciendo magia de
cerca o de salón. Solíamos estar a la sombra del mago ayudando en su actuación.
Pero ahora todo está cambiando. Ahora nos buscan porque la cumpleañera quiere a
una mujer maga en su aniversario y eso me enorgullece como artista.
− ¿Hay buen rollo entre magas
y magos?
Siempre me he sentido muy
respalda por mis compañeros de profesión. Sí que es cierto que si nadie te
conoce pueden hacerte sentir indiferente, dado que desconocen que formas parte de
este arte.
− ¿Qué consejo les darías a
las niñas que quieren dedicarse a la magia? ¿Crees que es importante tener
referentes femeninos?
Que no dejen de perseguir sus sueños y que el futuro les pertenece a ellas y allá donde vamos, les vamos abriendo el paso. Creer que todo es posible incluso lo imposible, es una de mis frases favoritas y la tengo enmarcada en casa. Es una cita de Maty Poppins.








