¡Un juego! La magia pensada de Ramón Riobóo
La carta al nombre – Ramón Riobóo, La magia pensada
¿Qué podemos decir? Un juego que va bajo la firma de Ramón Riobóo no necesita presentación. Su propio nombre hace que cualquier efecto salido de su mente tenga la garantía de ser un milagro laico.
Te animamos a visitar La magia pensada y Más magia pensada, las dos obras que Ramón entregó a toda la comunidad mágica para que pudiésemos disfrutar de su ingenio.
Efecto
El mago entrega una baraja a un espectador, pidiéndole que mezcle a fondo, todo lo que quiera, mientras piensa un número del uno al diez, ambos inclusive. Con las cartas boca abajo, y vuelto de espaldas para que el mago no pueda verle, el espectador cuenta hasta el número que ha pensado, y mira y recuerda la carta que está en dicha posición. O sea, que si pensó en el cuatro, debe mirar la cuarta carta contando desde arriba y dejarla donde estaba. Luego devuelve la baraja al mago, que la deja sobre la mesa y el espectador corta las veces que quiera. Así de limpio. Sin trampa, ni cartón. Bueno, cartón un poquito sí...¡Al lío!
El mago le pregunta si ha mezclado y el espectador contesta que no; entonces el mago baraja para que la carta quede bien perdida y recalca que evidentemente la carta pensada ya no está donde estaba, porque se ha cortado y barajado. Pero para evitar dudas hará una comprobación. Le pregunta al espectador qué número pensó y cuenta hasta dicho número, mostrando que, en efecto, la carta que está allí no es la pensada. Acto seguido, deja la baraja sobre la mesa y explica que hay una manera de encontrar la carta perdida.
Porque las cartas tienen una cierta afinidad hacia quien las elige o maneja, y en este caso quien manejó la baraja, para elegir la carta, fue el espectador.
El mago le pregunta cómo se llama y el espectador le responde. Supongamos que se llama Miguel. El mago, una a una, va retirando cartas de la parte superior del mazo y echándolas sobre la mesa boca arriba, una por cada letra, mientras deletrea el nombre M i g u e l... y al llegar a la última letra letra, aparece la carta del espectador.
Para saber cuáles son los hilos de esta marioneta, te vamos a obligar que busques en el libro La magia pensada. De paso, descubrirás otras muchas diabluras. ¡Nos lo agradecerás!