Palabra de Caballero
Truco o… Juego
La tendencia general entre los magos es llamar juegos a lo que hacemos. La tendencia del público en general es llamar trucos a lo que hacen los magos. Trucos de magia se llamaba mi primer libro de la materia (del padre Ciuró), y nunca me avergonzó llamar así a las pequeñas travesuras que yo hacía con una baraja vieja y algunos imperdibles.
Trucos llaman ahora –también– a las acrobacias de los artistas de circo. Y trucos son los hallazgos para solucionar problemas en el hogar o sacar más brillo a los zapatos.
Traduciendo ahora un libro sobre magia impromptu me encuentro con el dilema: si llamo juegos a los trucos de magia que aparecen en el libro combinados con juegos de sociedad, o juegos infantiles… ¿cómo llamo a estos para diferenciarlos? La mejor opción era llamar trucos a lo que entendemos por magia, ilusionismo, y juegos a los entretenimientos de salón, o los recursos para mantener a los niños más o menos tranquilos un día de lluvia.
En Halloween han llamado a mi puerta unos zombis pequeñajos ofreciéndome elegir entre Truco o Trato. Como no iba a sacar la baraja para hacerles un Fuera de este mundo, siempre elegí Trato, y me quedé sin las chuches que tengo al lado del sillón televisivo.
De modo que, ¿Truco o… Juego? Siempre presente la disyuntiva y la discusión entre magos acerca del término más adecuado. La gente me pide que les haga un truco, y yo, ¿cómo voy a negarme porque no me han pedido un juego?
