La Magia del guión

978-84-89749-78-8
60,00€
Año de Edición: 2009
Traducción: Luis Alberto Iglesias Gómez
546 págs.
Encuadernación: cartoné
Formato: 25cmx18cm

¿Quiénes son los 26 amiguetes que ayudan a Pete MCabe a enseñarte a escribir guiones? (¿Estás sentado?): Michael Ammar, Jon Armstrong, Bruce Barnett, Rafael Benatar, Eugene Burger, Michael Close, Bob Farmer, Paul Green, Eric Henning, Guy Hollingworth, Larry Jennings, Mark Joerger, Kenton Knepper, Jonathan Levit, John Lovick, Max Maven, Eric Mead, Séan O'Néill, Gary Ouellet, David Regal, Jim Steinmeyer, Vic Sussman, Jamy Ian Swiss, Teller, Joe M. Turner y Larry White.
Este libro incluye artículos, entrevistas y guiones profesionales para 29 efectos clásicos. Todo lo que necesitas para escribir tus propios guiones paso a paso. Trucos para evitar los errores de guión más frecuentes. Consejos para crear e interpretar tu propio personaje y meterte al público en el bolsillo. Métodos para crear presentaciones originales sin escribir un guión completo. Claves y secretos utilizados por los grandes profesionales para transformar cada uno de tus juegos en una experiencia única para el público.
45 guiones, 13 artículos, 7 entrevistas y 1 gráfico para que seas mejor mago.
Gracias
Prólogo: Bolas de pelo inmortales, por Luis Piedrahita

Para todos tus juegos ya tienes un guión
Cómo leer este libro
Curso básico de creación de guiones
«Pasa-pasa» de monedas
El túnel interdimensional. Pete McCabe
La carta rota y recompuesta
Vas a ver un milagro. Pete McCabe
La baraja invisible
Es el futuro. Pete McCabe
Superpoder. Pete McCabe
Mi homenaje a Vernon. Pete McCabe
Eugene Burger y John Lovick, dos vidas dedicadas al arte teatral
El hilo roto y recompuesto
El hilo del cosmos. Eugene Burger
El hilo de la vida. Eugene Burger
Forman una eternidad. John Lovick
El amorímetro. John Lovick
Desarrollar un personaje. ¿Y cómo se hace eso?
La carta al bolsillo
A mí me importa. Pete McCabe
Jonathan Levit, un actor que interpreta el papel de un mago
El guión sin guión
La predicción de la suma
La suma impresiona. Pete McCabe
La baraja marcada
El galvanómetro humano. Gary Ouellet
Ecos. Pete McCabe
El niño de Cincinnati. Pete McCabe
Lo que más me gusta. Pete McCabe
Jon Armstrong, el mago de los diagramas
Mi número de apertura. Jon Armstrong
Guiones que potencian el efecto
Triunfo
Todas las cartas se vuelven cara arriba. Pete McCabe
El truco que engañó a Einstein
El monedero de la abuela. Paul Green
El milagro del suroeste
Esto es realidad. Kenton Knepper
La elección del mago
Hotel 52. David Regal
Dí que sí
El plátano vudú
¡Sí! Larry White
Cómo crear guiones para tus juegos. Max Maven
Drama
Los gemelos géminis
Pareja de por vida. Pete McCabe
Adentrarse en territorio desconocido. Teller
Antecedentes
El milagro de los 41 céntimos
Las monedas del abuelo. Michael Ammar
La predicción anunciada
El dilema de Casandra. Guy Hollingworth
Rafael Benatar. Cómo ensayar magia
Guiones para juegos comprados
La carta oscura (The Dark Card)
El misterio de la carta roja. Bob Farmer
La barrita de brillantes
La piedra de nacimiento. Pete McCabe
La baraja radio
La prueba número 1. Jim Steinmeyer
El chop cup
Juguemos al béisbol. Joe M. Turner
La copa de las frutas. Pete McCabe
El cochecito de Koornwinder
El héroe de Joey. Bruce Barnett
Michael Close: una dosis de realismo
Guiones y repertorio
El cambio del billete
El doble de tu dinero. Pete McCabe
El juego de las once cartas
El increíble misterio de la carta número diez. Eric Mead
Es que hago trampas. Pete McCabe
La disposición anuladora
Vigila a los detectives. David Regal
El pañuelo que desaparece
Al final del arco iris. Eric Henning
Cartas locas
El trile con siete cartas. Larry Jennings
Guiones de cuenta
La profecía de la tarjeta de visita
La galletita de la suerte. Mark Joerger
Dos en la mano, una al bolsillo
Te lo repito. Pete McCabe
Tengo una sorpresa para ti. Un artículo de Jamy Ian Swiss
Un juego genial. Jamy Ian Swiss
Los cinco sentidos. Jamy Ian Swiss
¿Pedimos una pizza? Vic Sussman
¿Qué hace falta para ser feliz? Séan O'Néill
Títulos y frases
La reunión de los Ases
Cuando los magos juegan al póquer. Pete McCabe
Trampas mentales. Pete McCabe
Fuera de este mundo
Poderes secretos. Pete McCabe
Adaptar
Otras fuentes de información
Bolas de pelo inmortales.

Nadie tiene la fórmula para escribir buenas historias; nadie. No existe una receta o un truco, un paradigma o un patrón que garantice el éxito, y si existiera, aquel que lo conociera no lo revelaría jamás, se lo callaría, se dedicaría a escribir y hacerse rico porque lo que más agradece un ser humano, eso sí lo garantizo, es que le cuenten una historia.
Hubo una época en la que los humanos eran bolas de pelo que se reunían alrededor de una hoguera para contarse, unos a otros, cómo había ido el día. Lo hacían noche tras noche a pesar del riesgo que suponía que una chispita les saltara a la pelambre y tuvieran que correr como bolas de fuego al estanque más cercano. Lo hacían porque el ser humano, si bien necesita contar, aún más necesita que le cuenten. El hombre, con ese relato, siente que trasciende, siente que él se queda en un mundo que se acaba y eso le apetece porque un ser humano, por peludo que sea, siempre tiene apetito de inmortalidad. Posiblemente aquellos contadores de historias fueron los primeros magos que hubo; a veces los llamaban hechiceros. Estos contadores hacían imaginar a sus escuchantes, les hacían soñar, evocar, ver lo que no había y, de alguna manera, trascender.
Muchas veces, para reforzar sus charlas, agarraban un tizón de la hoguera, lo agitaban en el aire y la brasa viva pintaba un rayo rojo fuego en el aire. Luego, al terminar su historia apagaban la brasa en el suelo y aparecía un humo oscuro y ascendente que cargaba de simbolismo y significado el final de su relato. Así los cuentos eran aún mejores. Se había inventado el artilugio.
Ha llovido mucho desde aquellos años y esas hogueras ya están apagadas. Sin embargo aún tenemos mucho de aquellas bolas de pelo con hambre de eternidad. Hoy en día hemos inventado mil maneras de contar y de expresar. Ya no cazamos, hemos inventado la maquinilla de afeitar y las cremas depilatorias, pero seguimos necesitando que nos cuenten historias: películas, canciones, novelas… y juegos de magia.
¿Qué nos ha pasado a los magos? Dedicamos más del noventa por ciento de nuestro esfuerzo a la técnica y nada, o casi nada, a pensar qué queremos contar. Es como si empleáramos toda la noche en elegir el mejor palito con brasa y sólo dos minutitos a la historia que vamos a contar. Es como si nos bastara con engañar, como si hubiéramos olvidado que estamos haciendo un ejercicio de comunicación; es como si hubiéramos decidido prescindir del fin para quedarnos con el medio. El ser humano necesita que le fascinen con relatos maravillosos. Los maestros de la magia jamás se contentaron con engañar; su aspiración siempre fue el asombro.
Los magos no somos conscientes de que tenemos el mejor palito encendido que se ha inventado jamás: la capacidad de hacer posible lo imposible. El artilugio capaz de emocionar y pellizcar la lógica. El relato mágico tiene la posibilidad de crear momentos memorables y de hacer vibrar los espíritus, pero para ello hay que trabajar la historia. La mayoría de los magos desperdician el cartucho de la palabra, olvidan crear un personaje y únicamente se preocupan de que el espectador vea un acertijo del que sólo el mago conoce la solución. Un artilugio sin relato. El problema es que el artilugio es tan potente que logra la sorpresa fácilmente y una chispa de desconcierto. Es un problema porque el mago de pocas miras y apuesta baja se contenta con ello.
Una alta apuesta siempre implica esfuerzo, trabajo y talento. Las charlas no se improvisan cada día: se construyen, a veces con la genialidad que un día improvisamos, pero siempre con un concepto sólido, con una coherencia y con una dirección. Es duro, ya te lo digo, pero es lo que hay.
Cualquier esfuerzo dedicado a escribir una historia mejor es un esfuerzo loable y yo lo loo. El libro de Pete es un esfuerzo en esa dirección. La magia del Guión nos presenta las herramientas para lograr la alta apuesta y me encantaría que mucha gente leyera este libro, no porque eso fuera a garantizar al lector unas charlas elevadas, coherentes o graciosas, sino porque demostraría una intención. Y vuelvo al principio del prólogo: este libro no contiene recetas que garanticen el éxito, pero contiene las herramientas necesarias para trabajar en esa dirección. Lo mínimo que debemos conocer y lo máximo que se puede enseñar en un libro. Las respuestas al Cómo están en el libro de Pete. ¿Cómo se cuenta una historia? ¿Cómo se construye un relato? ¿Cómo se estructura una charla? Eso está todo aquí, pero la respuesta a la gran pregunta tiene que encontrarla cada uno. El Qué. ¿Qué merece la pena ser contado? ¿Qué interesa a las bolas de pelo con apetito de inmortalidad?
El ser humano paladea la inmortalidad cada vez que escucha una buena historia. No prives a tu auditorio de ese placer.

Luis Piedrahita.
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Palabras clave
Creación de personajeEscrituraGuiónGuión para magiaLa magia del guiónLuis PiedrahitaPete McCabe
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