Mike Maxwell
Considero un gran cumplido que se me hayan pedido una palabras como introducción a este libro. He gozado de la amistad de Larry Jennings desde que vino a California hace más de veinte años.
Durante mi larga vida he disfrutado al relacionarme con muchos destacados exponentes de la manipulación; por mencionar sólo unos pocos de los más conocidos: Malini, Leipzig, T. Nelson Downs y el doctor James W. Elliott. Todos esos importantísimos artistas de tiempos pasados estarían de acuerdo conmigo al afirmar que Larry Jennings es uno de los mejores exponentes de la manipulación pura que yo haya conocido.
Creo de verdad que Larry no sólo tiene una gran destreza, sino que ha ideado muchos sistemas absolutamente nuevos para realizar juegos con cartas y monedas. Hay mucha gente joven interesada en la magia, y ahora tienen la oportunidad de aprender muchas ingeniosas técnicas para realizar pases y maniobras. Creo sinceramente que los métodos de Larry son el no va más.
La información que contiene este libro, si la lees y estudias cuidadosamente, será todo lo que necesitas para convertirte en un artista destacado. De todas maneras, has de tener en cuenta que el modo en que presentes esos efectos es de vital importancia. Durante tus horas de desvelo, tanto de noche como de día, piensa, piensa, piensa: ¿cómo puedo hacer más interesante este juego? ¿Cómo puedo evitar que resulte confuso? Entonces, y sólo entonces, podrá tu magia entretener y fascinar a la gente.
Todo lo que Larry desarrolla está bellamente construido, y cada detalle está cuidadosamente elaborado, así que el estudiante no tendrá dificultades para ejecutar los diferentes pases y para entender cómo aplicarlos con éxito.
Dai Vernon
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Conocí a Larry Jennings en el año 1962 en el Magic Castle de Hollywood, California. Yo venía de un viaje por México y, ya de vuelta, oí hablar de la destreza de Larry. Era mucho más diestro de lo que yo había imaginado. Le vi hacer unos pocos juegos con cartas y tres o cuatro con monedas. Fue una delicia contemplarlos.
Larry y yo nos hicimos amigos enseguida y pasamos muchas horas juntos trabajando pases, maniobras y métodos. Decir que algunas de las variaciones de Larry me dejaron (y todavía me dejan) anonadado, sería la pura verdad.
Mientras realiza sus juegos, es realmente precioso contemplar las manos de Larry. Nunca hace movimientos rápidos ni se dedica a chasquear los dedos. Ese es un defecto de muchos cartomagos y numismagos. Recuerdo un juego que Larry aprendió cuando estaba en la Marina. Veinte años después todavía le pido que me lo haga una y otra vez.
Por favor, lee este libro atentamente y verás lo creativo que es Larry Jennings. Este texto no es para principiantes, es para el estudiante serio que desea material de alta calidad. Todas las rutinas de este libro deben ser estudiadas y practicadas a conciencia. El verdadero estudiante practicará y practicará. El novato solo les echará una ojeada.
Gracias, Larry, por permitirme escribir esta breve introducción. Es todo un honor.
Charles E. Miller