PRÓLOGO
El libro (o no olvides señalar)
Fertigen Finger

NO OLVIDES SEÑALAR
La historia del señalar.

La historia del señalar comienza con Mark Wilson, pues a él se le reconoce el haber señalado la relevancia de este gesto para nuestra mágica hermandad, en su difundido libro <>. 
Otra escuela de pensamiento mágico, difundida por ese gran Maestro de la magia, Dai Vernon, enfatiza la importancia de que los magos actuemos con naturalidad (un concepto que Vernon aprendió, a su vez, del Doctor Elliot).
Hay una anécdota que sirve para comprender la colisión que entrañan estas dos teorías:

En una ocasión Mark Wilson pidió a Dai Vernon que diera una clase privada a su hijo sobre los principios fundamentales de la micromagia. Vernon aceptó, y recibió al hijo de Mark en la Galería del Catillo Mágico para darle la lección.
Durante la misma Vernon pidió a su alumno que hiciera un torniquete. Al verlo, Vernon le aconsejó cómo hacer ese pase con más naturalidad: "En primer lugar debes encontrar un motivo para justificar la forma poco natural en que sostienes la moneda en la mano; por ejemplo, una justificación sería que mientras la sostienes de esa manera mostrase la fecha de la moneda a un espectador... además debes justificar por qué transfieres la moneda a la otra mano... y para ello, por ejemplo, puedes desplazar un cenicero a un costado con la mano que tenía la moneda... o usarla para quitar una pelusa, o cualquier otro movimiento con esa mano que consideres conveniente, pero por favor, y muy especialmente, no señales... señalar es un gesto ridículo en la micromagia... Por favor, no lo hagas".
Continuó con las enseñanzas hasta que, transcurrida una hora, Mark Wilson entró en la sala. Su hijo le dijo: "mira lo que aprendí..." y realizó un torniquete técnicamente perfecto y muy natural. Mark quedó sorprendido al verlo, y dijo "No está mal, hijo... pero has omitido señalar". Inmediatamente Dai Vernon dijo "¡La lección ha terminado!".
Esta anécdota nos alentó a investigar acerca de la evolución de ese gesto. Las interesantes conclusiones obtenidas se presentan a lo largo de este libro como "Una Historia Ilustrada del Señalar".