Darwin Ortiz
Prólogo
Año 1997, Casino de Estoril. No podía existir un lugar mejor para conocer a Darwin Ortiz. Por aquel entonces, yo comenzaba a investigar todo lo relacionado con el mundo de las trampas de juego y a darme cuenta de que los verdaderos secretos generalmente no estaban escritos, ni en video, sino que eran trasmitidos de «mecánico» a «mecánico» en jornadas de intercambio de técnicas.
Recuerdo con especial cariño ese primer encuentro con Darwin. Él estaba solo en una mesa, en el hall del casino, y yo me acerqué con cierta timidez para ver si podía aprender algo… Le pregunté por técnicas de Mucking y de Black Jack . Generosamente, durante más de dos horas, me mostró todo tipo métodos y sistemas; y también clasificaciones, búsquedas, mezclas y dadas falsas demostrando ser un auténtico conocedor de exhibiciones mágicas de trampas de juego, pero sobre todo, del trabajo real en la mesa de juego.
En aquella oportunidad Darwin me mostró un sistema de mucking que me impactó mucho y no quiso explicarme. Un cambio de dos por dos donde las cartas cambiadas quedaban finalmente arrugadas en la mano. El cambio –indetectable– tenía una vida externa completamente normal.
Darwin me dijo: «La próxima vez que nos veamos, te lo cuento». Esto me motivó a estudiar métodos y a crear mis propios sistemas para poder mostrárselos algún día.
Así es el mundo del Gambling. Un mundo underground donde se puede encontrar algunas de las técnicas más refinadas. Cuando estas son ejecutadas por manos expertas de grandes cartomagos, los juegos adquieren otra categoría.
Son técnicas capaces de soportar el escrutinio del ojo más estricto y por supuesto, la revisión a cámara lenta de las grabaciones de cámaras de seguridad, sin que se pueda detectar ni sospechar la más mínima manipulación.
En definitiva, la excelencia de la técnica.
A diferencia de los juegos de magia, las exhibiciones de juego no son válidas para todo el mundo ni para todas las ocasiones. Es habitual encontrar gente que siente rechazo hacia los juegos de azar o simplemente no conoce las reglas básicas de juegos populares como el Póquer o Black Jack. Por tanto, aunque presentes tu mejor exhibición no será lo que más les impacte de tu repertorio.
Sin embargo, cuando el ambiente es propicio y surge la típica frase «Cualquiera juega contigo a las cartas» o la famosa pregunta de «Vosotros tenéis prohibida al entrada a los casinos ¿verdad?», realizar una exhibición de juego tendrá un potente efecto y creará un fuerte impacto en tu audiencia.
Tahúr te permitirá afrontar con éxito este tipo de ocasiones. En él encontrarás excelentes exhibiciones de juego que te harán parecer un auténtico experto en trampas de juego. Eso sí… olvídate a que te inviten a jugar después a las cartas con ellos.
Conseguirás con las rutinas de este libro la reputación de tahúr de primera, y por si fuera poco, lograrás engañar incluso a magos.
Entre mis favoritos: «El Cruce», «El Póquer de Darwin», «Duelo al Sol», «Ases a ciegas», «Desde el sótano» y la rutina llamada «El Golpe». Una colección de «Reputation Makers» que te permitirán añadir a tu sesión emociones y efectos diferentes a lo que los espectadores suelen estar acostumbrados a ver.
Tahúr contiene además muchos de los juegos credenciales de Darwin Ortiz, como su ya clásicos «Carta Psicotrónica», «La carta en el bolsillo» o «El pagaré» , efectos que han superado con creces la prueba del público.
Tras aprender los juegos y rutinas que aquí se recogen, podrás crear una excelente sesión de cartomagia y trampas de juego de primer nivel.
Ponte cómodo, desprecinta una baraja, posiciónate ante tu mejor tapete y disponte a disfrutar de la fantástica magia y rutinas del Señor Darwin Ortiz para convertirte sin ninguna dificultad en todo un Tahúr.
M.Talman
Madrid 1 de febrero de 2015