Dai Vernon: Secretos definitivos de cartomagia
Lewis Ganson
Cuando nos decidimos a publicar la serie Secretos de Cartomagia de Dai Vernon en cuatro entregas estábamos seguros de que los volúmenes irían apareciendo uno tras otro con regularidad. Así ocurrió con los tres primeros. El cuarto comenzó a escribirse según el programa previsto, pero cuando se envió la mayor parte del borrador para que fuese mecanografiado el destino entró en escena: el agua que se utilizó para apagar un grave incendio en la planta situada encima del Unique Magic Studio redujo el trabajo de todos esos meses a pasta de papel. Aunque aún teníamos las notas originales, la idea de volver a empezar desde el principio no nos apetecía. A ello vinieron a sumarse los dos años en que casi no pudimos escribir nada por enfermedad. Sin embargo, todo aquello ya pasó y el libro está terminado.
A pesar de las dificultades parece que no hubo mal que por bien no viniera, ya que el periodo que medió entre la publicación de Nuevos Secretos de Cartomagia y la del presente volumen coincidió con el nombramiento de Dai Vernon para trabajar en el Castillo Mágico de Hollywood, quizá uno de los momentos más importantes de su carrera mágica, puesto que las condiciones que se dan en aquel centro de magia se adaptan perfectamente al temperamento de Dai Vernon. Allí puede dedicarse en cuerpo y alma a crear efectos y a impartir sus conocimientos a la generación de jóvenes magos que frecuentan el Castillo.
Ello ha venido muy bien para este libro porque nos ha permitido contar con sus últimas ideas, pero también porque su ejemplo y sus enseñanzas han impulsado a otros magos a experimentar por sí mismos, muchas de cuyas creaciones incluimos también aquí. Numerosos han sido los magos que han ayudado a que este libro fuese posible, y a todos se les da el reconocimiento debido. No obstante, quisiera mencionar aquí a los dos en particular que más han trabajado con Dai Vernon a la hora de suministrar el material: Larry Jennings y Bruce Cervon. Sobre ellos, Dai Vernon ha escrito lo siguiente: En toda mi vida mágica jamás he conocido a dos chavales con tanto talento para las cartas. Para el poco tiempo que llevan en este arte es ciertamente asombroso lo mucho que conocen y lo bien que lo hacen.
Los dos nos enviaron grabaciones en cinta con explicaciones detalladas de sus propios efectos, a partir de las cuales nosotros redactamos el texto. Steve Young, que además de ser muy hábil con las cartas es un fotógrafo de primera clase, nos proporcionó setenta fotografías; las restantes las tomamos nosotros durante el tiempo que Dai Vernon pasó en nuestro país. También tenemos que dar las gracias a Dennis Patten por sus excelentes dibujos.
El motor que ha impulsado este proyecto ha sido nuestro amigo Faucett Ross, que tantas veces nos ha animado por carta a seguir adelante. No solo nos dio fuerzas, sino que nos facilitó gran parte de los datos necesarios y persuadió a muchos de sus amigos a ayudarnos. Todo lo que pedíamos, y más, Faucett siempre se encargó de proporcionárnoslo.
Con el libro casi terminado, aún no nos habíamos decidido por un título, así que preguntamos a muchos de nuestros amigos y confeccionamos una lista de sugerencias. Por eliminación nos quedamos con dos posibles, y cualquiera de ellos hubiese sido bueno: «Secretos Personales de Cartomagia», propuesto por Fred Lowe, y «Secretos definitivos de Cartomagia», recomendado por Conrad Bus. Como «definitivos» parecía dar a entender que este sería el último volumen de la tetralogía, nos decantamos por esa opción.
Por recomendación de Hubert Lambert también hemos incluido en la obra una sección de «amigos de Dai Vernon». Dai cuenta con tantos amigos por todo el mundo que obviamente resultaría imposible reunir las aportaciones de todos ellos en un solo volumen; por esa razón hemos tenido que ceñirnos a una pequeña muestra con el fin de incluir efectos de primera categoría que, de una manera u otra, tienen relación con Dai Vernon. Aun así, somos conscientes de que muchos otros igual de buenos han tenido que quedar fuera.
Aunque varios magos de este país conocían el trabajo de Dai Vernon desde hacía muchos años, la comunidad mágica británica no pudo sentir de lleno el impacto de su genio hasta que Harry Stanley le organizó una gira de conferencias. Al habernos traído a Dai Vernon y al haber patrocinado la publicación de su obra, Harry Stanley ha brindado a los magos de este lado del Atlántico una oportunidad de aprendizaje sin precedentes.
Durante su visita a Holanda, Dai Vernon pasó mucho tiempo con J. Van Rinkhuyzen (Rink), quien, además de sus propias aportaciones al libro, tuvo la amabilidad de conseguir juegos de Fred Kaps y Eddie Taytelbaum.
Hubert Lambert, además de contribuir con tres efectos de Dai Vernon, nos envió una copia del escudo de la familia Verner junto con su historia.
Lewis Ganson
Cuando nos decidimos a publicar la serie Secretos de Cartomagia de Dai Vernon en cuatro entregas estábamos seguros de que los volúmenes irían apareciendo uno tras otro con regularidad. Así ocurrió con los tres primeros. El cuarto comenzó a escribirse según el programa previsto, pero cuando se envió la mayor parte del borrador para que fuese mecanografiado el destino entró en escena: el agua que se utilizó para apagar un grave incendio en la planta situada encima del Unique Magic Studio redujo el trabajo de todos esos meses a pasta de papel. Aunque aún teníamos las notas originales, la idea de volver a empezar desde el principio no nos apetecía. A ello vinieron a sumarse los dos años en que casi no pudimos escribir nada por enfermedad. Sin embargo, todo aquello ya pasó y el libro está terminado.
A pesar de las dificultades parece que no hubo mal que por bien no viniera, ya que el periodo que medió entre la publicación de Nuevos Secretos de Cartomagia y la del presente volumen coincidió con el nombramiento de Dai Vernon para trabajar en el Castillo Mágico de Hollywood, quizá uno de los momentos más importantes de su carrera mágica, puesto que las condiciones que se dan en aquel centro de magia se adaptan perfectamente al temperamento de Dai Vernon. Allí puede dedicarse en cuerpo y alma a crear efectos y a impartir sus conocimientos a la generación de jóvenes magos que frecuentan el Castillo.
Ello ha venido muy bien para este libro porque nos ha permitido contar con sus últimas ideas, pero también porque su ejemplo y sus enseñanzas han impulsado a otros magos a experimentar por sí mismos, muchas de cuyas creaciones incluimos también aquí. Numerosos han sido los magos que han ayudado a que este libro fuese posible, y a todos se les da el reconocimiento debido. No obstante, quisiera mencionar aquí a los dos en particular que más han trabajado con Dai Vernon a la hora de suministrar el material: Larry Jennings y Bruce Cervon. Sobre ellos, Dai Vernon ha escrito lo siguiente: En toda mi vida mágica jamás he conocido a dos chavales con tanto talento para las cartas. Para el poco tiempo que llevan en este arte es ciertamente asombroso lo mucho que conocen y lo bien que lo hacen.
Los dos nos enviaron grabaciones en cinta con explicaciones detalladas de sus propios efectos, a partir de las cuales nosotros redactamos el texto. Steve Young, que además de ser muy hábil con las cartas es un fotógrafo de primera clase, nos proporcionó setenta fotografías; las restantes las tomamos nosotros durante el tiempo que Dai Vernon pasó en nuestro país. También tenemos que dar las gracias a Dennis Patten por sus excelentes dibujos.
El motor que ha impulsado este proyecto ha sido nuestro amigo Faucett Ross, que tantas veces nos ha animado por carta a seguir adelante. No solo nos dio fuerzas, sino que nos facilitó gran parte de los datos necesarios y persuadió a muchos de sus amigos a ayudarnos. Todo lo que pedíamos, y más, Faucett siempre se encargó de proporcionárnoslo.
Con el libro casi terminado, aún no nos habíamos decidido por un título, así que preguntamos a muchos de nuestros amigos y confeccionamos una lista de sugerencias. Por eliminación nos quedamos con dos posibles, y cualquiera de ellos hubiese sido bueno: «Secretos Personales de Cartomagia», propuesto por Fred Lowe, y «Secretos definitivos de Cartomagia», recomendado por Conrad Bus. Como «definitivos» parecía dar a entender que este sería el último volumen de la tetralogía, nos decantamos por esa opción.
Por recomendación de Hubert Lambert también hemos incluido en la obra una sección de «amigos de Dai Vernon». Dai cuenta con tantos amigos por todo el mundo que obviamente resultaría imposible reunir las aportaciones de todos ellos en un solo volumen; por esa razón hemos tenido que ceñirnos a una pequeña muestra con el fin de incluir efectos de primera categoría que, de una manera u otra, tienen relación con Dai Vernon. Aun así, somos conscientes de que muchos otros igual de buenos han tenido que quedar fuera.
Aunque varios magos de este país conocían el trabajo de Dai Vernon desde hacía muchos años, la comunidad mágica británica no pudo sentir de lleno el impacto de su genio hasta que Harry Stanley le organizó una gira de conferencias. Al habernos traído a Dai Vernon y al haber patrocinado la publicación de su obra, Harry Stanley ha brindado a los magos de este lado del Atlántico una oportunidad de aprendizaje sin precedentes.
Durante su visita a Holanda, Dai Vernon pasó mucho tiempo con J. Van Rinkhuyzen (Rink), quien, además de sus propias aportaciones al libro, tuvo la amabilidad de conseguir juegos de Fred Kaps y Eddie Taytelbaum.
Hubert Lambert, además de contribuir con tres efectos de Dai Vernon, nos envió una copia del escudo de la familia Verner junto con su historia.